El vacio existencial .

En ocasiones en que piensas ,en algún momento, cuando te encuentras en un juicio distinto dentro de tus jornadas, piensas en como debiera cambiar tu vida.

¿Que cierto es lo que se piensa? En el transcurso de mi vida desde que tengo memoria de algunos recuerdos de esos lejanos años, yo no negaré que nunca fui divieso, siempre fui un poco distraído. Mi ojos veían el mundo en muy distinta conformación. Callaba.Las distracciones eran muchas.Mi juventud fue algo indiscipliente y los mejores momentos siempre los calle y guardé, como en un principio me dictó mi propia naturaleza.Amigos eran pocos, simplemente quería saber de nadie y de muy pocos , al menos que ellos no lo supieran .¿Y de mujeres? No se diga que la oportunidad era escasa, y yo supuse que la suerte tenía mucho que ver en esa desicion.No. Yo no era fraudulento en los momentos más suceptibles de mi vida pero, había cabida para algún pormenor e inconveniente que decidirían el transcurso de lo que sobrevendria en los momentos presentes ,y marcarán un porvenir.

Muchos momentos prescriben una decisión y esos momentos suelen ser invariables e impredecibles cuando, aún eres, todavía ingenuo e ignorante. A mí,me es necesario viajar, aún a pie o en autobús, y me agrada asimilar las casas, los templos y los viejos lugares ,me traen muchos recuerdos y similitudes en la vida.Las cosas suelen ser extrañas cuando las asimilas tiempo después, no se percata de lo que necesitan decirte la tristeza percibida, lo perceptible de una alegría o nostalgia.

Muchas cosas son comprensibles después de un tiempo, aunque se te hubiera advertido desde mucho atrás y eso sabes fue un error el ignorarlo.Esto sucedió en algunas ocasiones.Ese vacío, que te es perceptible y no alcanzas a comprenderlo, es como si caminar y dejar atrás el bullicio para sentir un silencio ,para llegar a un vacío donde solo predomina el viento sobre un estanque de agua.

Las costumbres en el transcurso de tu vida son las mismas, solo tienen una mínima variable y tus pensamientos maduran de manera lenta.Con el paso del tiempo y de constantes dudas con sus tropiezos, de lo absurdo de tu estancia en un lugar de vicios y de vana osadía llegas a comprender el porque de aquél vacío.Pero es tarde cuando has perdido lo más cercano y te das cuenta de que aquél vacío una vez más se hizo presente pero, con una certera conclusión e imperecedera que suele ser la percepción de la muerte,desde tiempo antes de abrazarte.

Creo está lejos de ser algo premonitorio, simplemente a estado ahí desde un comienzo, en espera de ser reconocida tal advertencia para que pudieses hacer y decidir cómo afrontarla desde el principio.Una sensación de melancolía y lejanía.

Y así sucedió por una segunda ocasión que no recuerdo con exactitud, solo tengo algunos momentos para rememorarlos cuando llegan a la percepción de mi memoria por alguna causa.Son ocasiones muy similares y solo me queda por considerarlos hasta desvelar los instantes en que se mostraron como advertencia a tu inconsciencia; y a una injusta consideración propia en tu ignorancia,para que al final seas juez de tus propios juicios y darte cuenta de lo inverosímil que has cambiado en tu presente.Algunas veces fatuo y otras dócil.Y te darás cuenta de que eso se quedará en un completo olvido, sin que puedas hacer nada para reconvenirlo.

Y así dejamos entonces detrás la culpa que pueda afrentarte con tus dimisiones, entre la ingorancia que dejó pasar esa advertencia y la desicion pertinente, para que te dieras cuenta de la ironía de tu crédulo ser.

Así he visto perder a las pocas personas que han estado en mi vida, y que por el hecho de haber ignorado los momentos en los cuales pudiera ser consciente, deje que los sentidos solo estuvieran en su embeleso y embriaguez, que sumieran mi percepción en la desideracion para que dejara los juicios propios de lado y estos solos siguieran en el mismo cauce, sin tener ni siquiera el valor de confrontarlos ,y aunque hubiera algún esfuerzo para evitar su sentencia, de nada serviría.

Y decir ahora lo comprendo ya es innecesario.

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