Homónimo.

Nada, absolutamente nada a sido fácil. La idea existencial conlleva demasiadas contradicciones y tornan una vida difícil. Se puede creer lo que suele afirmarse solo para justificar el paso por este mundo, justificando nuestra propia existencialidad. ¿Qué haría un hombre al cuestionar su fe? ¿Cúanto duda de sus creencias? Dubitativo piensa es éste mundo dubitable. Los temores y el miedo. El eden e infierno. La culpa, el deseo, la pena con el castigo. El cielo y la tierra son un dilema para algunos inaccesibles. Cada pregunta parece justificar está misma existencia. Una sola disculpa; el perdón concedido y la excusa en cada pregunta son invariables, y es la duda sembrada la qué vuelve lo vívido en una voragine de incertidumbre. Con lo primitivo y la muerte el principio queda rezagado y olvidado.

Para algunos el mérito personal no es acequible y somos demasiados los qué tienden a llevar solo un poco de ese valor propio, y esos méritos conseguidos se van rezagando el cuestionar le fe en si mismo. Ésos méritos fueron un punto de apoyo y es sencillo volcarlos en su depreciación. Y nos vemos esta vez en el conformismo qué a muchos les conviene mirarte en esa mísera posición pero, cada cual tiene sus motivos y de antemano se han percatado del pie qué cojeas. Y a cada uno de ellos les dirás: enemigo. ¿Qué será lo que pueda salvaguardarte en un mar de indesiciones? ¿Cómo recuperar la fe pérdida? Valdría la pregunta siguiente y pertinente:¿En que lugar osaras permanecer cuando te embarge la desilusión y desepcion? Ay qué echar una mirada por esa ventana,la qué muestra el otro contexto con una mayor visibilidad de un porvenir, de esa mirada de la qué has olvidado por mera costumbre. Más allá tiene también existe un fin, y sabes que una palmadita en la espalda da un breve aliento y nada más.

Si en algún momento dado te sientes acosado y llevas un sentimiento de culpa qué es más difícil de comprender , y si invadido de preocupaciones qué de ninguna manera son responsabilidad tuya llegan a tu vida diaria como bombardeos a tus pensamientos. Tal vez sea el momento indicado de mandar todo al diablo y tirar por la cloaca la hipocresía de quienes están alrededor, de esos que se alimentan de verte sumido en tus debilidades. Y quizás éstas palabras dichas por ti mismo sean suficiente para tener un distinto proceder pero, nunca para ser leña del mismo fuego. Un poco de aliento para si mismo, eso es lo son que tus palabras dictadas desdé tu conciencia. No refutes lo que los otros piensan sobre alimentar la pobreza de espíritu, porque ellos no lo entiende así, es un defecto qué se puede corregir.

Eres tu mismo quien se habla ante el espejo, ahi es dónde encuentras el hombre consciente que sueles ser. Delante del espejo te ves como un hombre que a vívido y es un ser consciente, antropológico y filosófico.

Los tiempos de guerra son los tiempos aún más difíciles y después vendrán los de la peste y la muerte, hay temores qué uno mismo niega reconocer y es difícil tomarlos cuando se presentan, ese es uno de los principales problemas de la pérdida de fe. El mundo está plagado de mentiras y de injusticia,es muy poco lo que se puede hacer para cambiarlo y les es demasiado fácil echarte encima los problemas que han negado y que nadie toma en cuenta. Solo son palabras de aliento y hay que tomar una desicion.

¿Qué sentido tiene la fe? ¿Qué lugar ocupas en este mundo? ¿A quién le satisface el verte sumido en una situación deprimente? Porque existen también quién si pudiera dejarte el cuerpo sin gota de sangre lo haría, y por supuesto, decirlo como metáfora; van a acabar endeudando tu existencia material y espiritual. Y pudieran vaciar ese pobre espíritu de las satisfacciones propias,es decir, de las experiencias qué te han dado valor personal.

El tiempo crea pero, igual destruye, va transformando la vida personal. Aquí nunca existirá lo definitivo; lo único definitivo es la muerte, y muchos le temen porque no saben como se les presentará el último día de su vida, tampoco como se les representará para tomar posesión de su miserable existencia. Y volverás a hacerte las mismas preguntas con los sentidos descansados y dispuestos a encontrar una respuesta, con una perspectiva diferente si eso es lo que esperas y ambicionas. La soga en el cuello siempre a estado ahí solo falta quién tire de ella y ante una respuesta obtenida vendrán verdades congruentes solo hay que tener actitud para cuestionar y vencer el propio miedo, y los temores infundados.

Ahora que te ves ante el espejo reflexionando sobre si mismo lo conveniente es poseer una perspectiva distinta al común de los hombres, que abarque un ambito lejano a sus creencias y con posibilidades diferentes. ¿No lo creés?